Recuerdo nítidamente la primera vez que vi
"Grupo Salvaje". De noche, en la segunda cadena de TVE, en plena pre-adolescencia.
Estaba con mi padre, que me miró de soslayo y, medio sonriendo, dijo: “No sé yo
si deberías ver esta película, es muy violenta...”.Bendito sea, no pudo crearme
más expectativas. Recuerdo disfrutar, sí, como lo hacía con todos (t-o-d-o-s)
los westerns y pensar a ratos: “Pues no es para tanto”. Y entonces llegó la
escena final... Y se convirtió en mi película favorita. Para siempre.
We want Angel
Uno de los elementos diferenciadores del
(llamémoslo) Nuevo Western es el uso indisimulado y casi provocativo de la
violencia. En el Western clásico, la muerte siempre se mostraba a
rasgos generales, muy raramente en primer plano; no se contemplaba el
sufrimiento, la agonía producida al recibir un balazo. Prácticamente, no se
admite la realidad de la muerte. Más bien, se puede decir sin ánimo de
exagerar, que es solo un elemento escénico más, como el cielo, o el desierto. O
un caballo. Suena un disparo y un tipo cae al suelo: así es la visión de
la muerte en los westerns clásicos.
Sin embargo, el Nuevo Western sufre un frenesí violento, una sacudida tintada de hemoglobina; a la supervivencia solo se llega a través de la violencia, y si es explícita, tanto mejor. A esta tendencia se le añade otro de los ingredientes propios del nuevo género: el existencialismo. Existe en los personajes de estas películas la conciencia, la certeza, de que la muerte es la única vía de escape ante ese nuevo mundo que viene arrasando su antiguo modo de vida. Sus protagonistas, como los de "Grupo Salvaje", se disponen a una muerte voluntaria, un suicidio premeditado, el cual no es más que la única salida que les queda. La esencia definitiva de una tragedia moderna.
Sin embargo, el Nuevo Western sufre un frenesí violento, una sacudida tintada de hemoglobina; a la supervivencia solo se llega a través de la violencia, y si es explícita, tanto mejor. A esta tendencia se le añade otro de los ingredientes propios del nuevo género: el existencialismo. Existe en los personajes de estas películas la conciencia, la certeza, de que la muerte es la única vía de escape ante ese nuevo mundo que viene arrasando su antiguo modo de vida. Sus protagonistas, como los de "Grupo Salvaje", se disponen a una muerte voluntaria, un suicidio premeditado, el cual no es más que la única salida que les queda. La esencia definitiva de una tragedia moderna.
La escena final de "Grupo
Salvaje" es el acto de redención de unos anti-héroes desgarrados, casi sin
música ni diálogo (“Let’s Go” / “Why Not?”: imposible decir más con menos...).
En ella, la violencia y la muerte que les ha acompañado a lo largo de sus vidas
se transforma de pecado en absolución.
Bloody Sam vislumbra la masacre
J.S.
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